(Tercer) Diario de una joven maniática

domingo, 19 de junio de 2011
90. Qué fácil es perderse, de la mano, madre mía, agárrate... que el vacío de ese vaso no se llena si no vuelves tú a querer.
El otro día convencí a persona-con-la-que-vivo para comprar una "cafetera monina de cápsulas como la que anuncia George Aing Omá Clooney, pero que no es la que anuncia George Aing Omá Clooney". Y para convencerle, seguí técnicas de persuasión dignas de los mejores tratados de Retórica:

Técnica uno: sutileza.

-¡¡¡¡QUIERO UNA CAFETERA DE CÁPSULAS Y LA QUIERO YAAAAAAAAAAAA!!!!!!

Técnica dos: paciencia.


AHORA, AHORA, AHORAAAAAAAAAA!

Técnica tres: madurez.

PUES SI NO ME LA COMPRAS, TIRO POR LA VENTANA TODA TU ROPA!

Técnica cuatro: emplear argumentos lógicos e irrefutables.


SI MI AMIGA LA TIENE, YO TAMBIÉN LA TENGO QUE TENER!

Técnica cinco: no obsesionarse.

Persona-con-la-que-vivo: ¿qué tal te ha ido el día?
Yo: ¡Cafetera!
Persona-con-la-que-vivo: ¿hoy también has hecho Pilates?
Yo: ¡Cafetera!
Persona-con-la-que-vivo: ¿qué quieres comer hoy?
Yo: ¡Quiero comer cafetera!

Poco tiempo después, por decisión suya, propia, voluntaria y sin ningún tipo de coacción externa (Georgiev, Afanasiev... gracias por vuestros servicios. Y por favor, devolvedme las medias que os poníais en la cabeza cuando le esperábais en el portal, que las necesito, pero limpiad las manchas de sangre) la "cafetera monina" estaba en nuestra cocina.

Para que luego digan que el diálogo no es efectivo, oye.

El primer café que engendró "cafetera monina" lo escupí.
-¿No te gusta?
-Mu... jo... está... muuud... güe...dno... Esto... ¿tú sabes hacer lavados de estómago?

Luego ya me leí las instrucciones y el café empezó a saber a café.

Pero esa no fue la mayor alegría: dentro de la caja venía una subcaja con varias cápsulas, entre ellas, una de... CHOCOLATE.

-¡¡¡¡BIEEEEEEN!!!! ¡CHOCOLATEEEEEEEE! ¡Hay una cápsula de chocolate! ¡Esta "cafetera monina" acaba de conocerme y ya sabe exactamente cómo conquistarme! Tanto feeling me da miedo... A ver, cafetera monina: voy a pensar un número del 1 al 100 y tú tienes que decir cuál es. ¿Preparada?

-Madre mía... bueno, ¿probamos el chocolate?

-¿¡Qué dices, loco?! ¡El chocolate tiene que ser para un momento especial! ¡Súper especial! ¡Hay que reservarlo y gastarlo sólo cuando lo deseemos mucho, mucho, mucho!

-Quiero irme con mi mamá...

Pero yo tengo un problema, y es que SIEMPRE deseo chocolate. Así que unos segundos después, dije:
-Persona-con-la-que-vivo, el momento ha llegado. "Cafetera monina" va a engendrar chocolate.

Y mis tripas aplaudieron, mi corazón se aceleró, mi boca empezó a salivar... y entonces, "cafetera monina" escupió esto:

-Persona-con-la-que-vivo, dije temblorosa... ¿cuándo va a cambiar de color esta cosa rara y convertirse en chocolate?

-Creo que nunca. Has hecho leche.

-¡¡¡Sí, claro!!! ¿Qué te crees? ¿¡Que no sé distinguir las cápsulas?! Te recuerdo que "cafetera monina" y yo tenemos un vínculo muy especial que tú jamás llegarás a comprender, porque la he llevado nueve meses en mi vientre y...

-Ya... ¿me dejas probar a mí?

Y entonces salió esto:

Pues ahora ya no quiero, hale.
posted by LauraConChocolate @ 19:40   9 comments
lunes, 13 de junio de 2011
89. Pensaba tenerte cerca todos los días y hacer que desaparezcan las despedidas...
-¿Sabéis quién inventó el Pilates?, nos pregunta el profesor en medio de la clase, todas con la pierna izquierda estirada, la derecha flexionada en el suelo, el glúteo levantado, las rodillas a la altura de las caderas, los hombros relajados, metiendo el ombligo cuando soltamos el aire, la barbilla hacia el techo...
No, pero cada día le damos gracias, primero por inventarlo, pero sobre todo porque tú nos enseñes a practicarlo, pensamos piensan todas las señoras.
-Pues cuando termine la clase, os cuento un poco su historia.
Encima de estar bueno tiene estudios, pensamos piensan todas las señoras.

Y de repente, con todas tumbadas en el suelo y las rodillas en el pecho (posición de descanso) empieza a hablar...

"El Pilates lo inventó un alemán, Joseph Pilates, que en una guerra... en la... Primera Guerra... no, en la Segunda Guerra Mundial estuvo preso en un campo de concentración Y TAL. Y allí la gente enfermaba mucho Y ESO, cogían catarros Y TAL, y morían todos. Entonces, el tío este cogió un colchón, lo rompió, y ya sabéis que los colchones tienen muelles dentro Y TAL. Pues con esos muelles curaba a la gente y así inventó el Pilates y luego con su mujer Y TAL".


¿Eing? Estaba yo ya a punto de levantar mi mano para preguntar las cientos... ¿qué digo cientos? ¡Miles! ¿Qué digo miles? ¡Millones! de dudas que me asolaban ante tal explicación, cuando de repente, veo a todas las abuelillas de mi alrededor embargadas por la emoción y diciendo:

-¡Qué bonito, qué bonito! ¡Qué historia taaaan bonita!


Mira, me rindo: si han perdido la objetividad, yo ya no puedo hacer nada. Simplemente, buscar en la Wikipedia para enterarme mejor de dónde viene este noble arte gracias al cual este chico nos deleita con posturas y movimientos que son un regalo divino y ya está...

Nota-de-la-autora: vaaaaale, hasta aquí el asunto este del monitor de Pilates. Que ya sé lo que estáis pensando: en apuntaros a mi gimnasio, digoooo, que lo tenéis hasta en la sopa :)

posted by LauraConChocolate @ 16:59   8 comments
miércoles, 8 de junio de 2011
88. Primero iré a cenar, apunte camarero: de entrantes me da igual, de postre quiero el mundo entero...
Desde que escribí el post anterior hasta hoy, los "sentimientos" de las señoras del gimnasio hacia el monitor-de-Pilates-aing-omá se han desbocado exageradamente, hasta el punto estar afectando a su salud e integridad física. No sé vosotros, pero yo ya no me lo puedo tomar a cachondeo, porque es bastante probable que pronto tengamos que lamentar víctimas.

Así ha sucedido hoy la desgracia:

En cuanto ha terminado la clase de Pilates (muy masificada, por cierto. Yo miraba a mi alrededor y pensaba: "Si todas estas señoras están aquí... ¿quién narices está hoy en el mercadillo del barrio?") he hecho lo de siempre: resbalarme con las babas. Ah, no, ir a la cinta de correr.

Todavía no había terminado de desenrollar el cable de mi mp3 (paaaaaapiiii, regálame un iPhoneee) cuando ya tenía a cada lado a una señora enamorada.

Y de repente... el-monitor-de-Pilates-aing-omá se nos acerca y nos suelta... así, sin anestesia ni nada:
-Chicas... (lo de "chicas" era evidente que lo decía por mí, ejeeem, pero no iba a decir "chica y señoras", o "bombón y señoras" o "preciosidad y señoras". Vale, vaaale, no insisto, sé que todos estamos de acuerdo) Chicas, ¿qué os parece si los días que tenemos Pilates os doy después una clase de GAP de una hora?

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ!!!!!!!!!!!!!


Quiero decir... buenooo... no sé... si te apetece... yo iré cuando pueda, ¿eh? Tú da la clase y ya si eso, me paso algún día... (¿cuándoempezamos?NomepiensosaltarniunaaaaYujuuuuu)

Todas las señoras han aplaudido la moción como si no hubiera mañana... o como si hubieran hecho línea en el Bingo. Y cuando el-monitor-de-Pilates-aing-omá se ha ido, me pregunta una de las enamoradas:
-Oye, ¿y tú sabes en qué consiste eso del GAP?

¡¿¿¡Quééé!??! ¿No sabes lo que es y te apuntas con los ojos cerrados? ¿Qué está pasando aquí? ¿Que si Daniel te dice "ven", lo dejas todo? Muy bonito... ¿Y si Daniel se tira por un balcón, tú también te tiras? (esto no se lo he preguntado porque estaba clara su respuesta: si Daniel se tira por un balcón, esta señora le hace el boca a boca)

Podría haber sido mala. Podría haber sido MUUUUY mala y haber dicho que el GAP es un ejercicio para veinteañeras, ejem, en el que hay que estar dotada de una excelente forma física, ejem, y recomendado especialmente para rubias, ejem, naturales, ejeeeeeeeeeeeeem, jem, jem (ay, que me atraganto)

Sin embargo, he dicho:
-Pues se trata de hacer ejercicios de piernas, abdominales y glúteos.

Entonces, todo ha sucedido muy deprisa. La señora ha escuchado "glúteos", ha pensado en los de Daniel y... os lo aseguro... ¡se ha caído de la cinta!


Vale, a lo mejor simplemente se ha tropezado, pero yo creo que estos dos hechos no pueden estar aislados. Y estoy muy preocupada: una cosa es que Daniel les rompa el corazón, y otra muy distinta, las caderas. Tengo que hacer algo, pero no sé qué...

De momento, lo único que tengo claro es el preciso instante en que se descontroló todo:
Estábamos haciendo un ejercicio cuando Daniel dijo "este movimiento también se hace en un tipo de yoga que practico yo a veces. Es como yoga normal, pero se hace en una sauna y desnudo".


¿¿¡¡Pero qué estás diciendo, insensato??!! ¡Que no sabemos cómo pueden estar aquí las tensiones, los azúcares o los trigliceridos!

Desde ese día, las señoras enamoradas no han vuelto a ser las mismas. Nunca lo reconocerán, pero entran cada día al tatami con una única esperanza: encontrarse a Daniel practicando "ese" tipo de yoga...

posted by LauraConChocolate @ 16:21   5 comments
¿Qué puedes hacer cuando eres una maniática crónica y tu vida da un giro de 180º? ¿Volverte loca? Bah, ya lo estaba de antes. ¿Darte cabezazos contra la pared? No, estropearía mi rubia melena. ¿¿¿Entonces??? ¡CAMBIAR TAMBIÉN DE BLOG! :)
Me he traído a las niñas :)

Name: LauraConChocolate
Home: Spain
About Me:
Ver mi perfil
Anteriores pedacitos de choco (¡sin caducar!)
Todos estos meses he comido chocolate aquí
Mis trocitos de chocolate
Powered by

Free Blogger Templates

BLOGGER