(Tercer) Diario de una joven maniática

domingo, 6 de febrero de 2011
85. Hay caprichos de amor que una dama no debe tener...
EN BUSCA DEL ABONO-TRANSPORTE PERDIDO...

El lunes llegué al trabajo más triste que cualquier otro lunes:
-He perdido mi abono transporte, snif.
Nooooo!, dijeron todos al borde del llanto y abriendo sus carteras para darme sus bonometros, bonotrenes y bonobuses (al menos así lo imaginé yo) .
-Bueno, no pasa nada: el 31 de enero es un buen día para perder el abono, total, por un día... Dijo alguien cargado de sabiduría.

Craso error. Porque el 31 de enero, haciendo gala de mi maldita previsión, yo ya tenía comprado el cupón de febrero -que tendrá menos días, pero sigue costando un ojo de la cara con lentilla incluida-.

Como sabía exactamente en qué lugar y a qué hora había perdido mi abono, llamé a la EMT para contar mi drama:
-(...), porque además ya había comprado el de febrero, snif, casi 48 euros, snif, y la crisis, snif, y la última vez que me subieron el sueldo el hombre vivía en cuevas ruprestes...


Un señor muy agradable me dijo que lo buscarían y me llamarían cuando lo encontraran. Yo ya me imaginaba a todos los conductores de la EMT de Madrid revisando hasta por dentro de la goma de los neumáticos para encontrar mi querido abono... claro, claro...

No me llamaron, así que escribí un email a mi padre para desahogarme porque él siempre tiene una frase sabia con la que relativiza mis problemas, que en este caso fue: "Te he ingresado 47 euros, cómprate otro y olvídate". Lo que yo decía: un visionario de nuestro siglo.

Y eso hice: me compré otro y me olvidé. Bueno, no me olvidé. Me torturé pensando que 47 euros pueden ser dos faldas, o tres camisetas en Rebajas, o un billete AVE -aunque sólo de ida-, o dos bolsos, o varios pintalabios, o una cena para dos en un restaurante guay, o un masaje con aromaterapia o muuuuuchas tabletas de chocolate.

Pero al margen de eso, seguí con mi vida normal, mi trabajo, mis cosas, mi Twitter.

Ahí quería yo llegar: mi Twitter.

El jueves por la noche vi que una chica que no conocía me había mandado una solicitud para seguirme en Twitter (porque tengo mis Tweets protegidos, pa'que no me los roben. ¿Por qué me siento tan geek hablando de esto? ¿Por qué me siento más geek todavía usando la palabra geek? ¡Ays! ¡Me he metido en un bucleeee!)

Miré por encima su Twitter para ver si la conocía de algo y su último mensaje me dejó en estado de shock:

"Laura PrimerApellido SegundoApellido: realmente no tengo ningún interés en tu perfil, pero creo que esta semana has perdido algo y yo me lo he encontrado".


¡¡¡¡¡¡QUÉ FUERTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!, pensé. ¿¿¿CÓMO ALGUIEN EN SU SANO JUICIO PUEDE NO TENER NINGÚN INTERÉS EN MI PERFIL???

Ah, no, pensé: qué fuerte, tiene mi abono. ¿Me lo querrá devolver? ¿Me pedirá un rescate? ¿Se irán juntos de viaje y me mandarán fotos de los dos pasándolo bomba en la Torre Eiffel, comiendo pizzas en Roma o haciendo turismo por Londres?

El caso: que mañana por la mañana -mu'temprano- hemos quedado para que me lo devuelva. (Aunque ya tenga otro abono de febrero, el consorcio de transportes me regalará el de marzo, yupiiii)

Qué bonita historia, ¿verdad? Y como broche final, yo he comprado unos bombones, pero todavía no he decidido si para comérmelos por el camino o regalárselos a ella...

posted by LauraConChocolate @ 17:21   18 comments
¿Qué puedes hacer cuando eres una maniática crónica y tu vida da un giro de 180º? ¿Volverte loca? Bah, ya lo estaba de antes. ¿Darte cabezazos contra la pared? No, estropearía mi rubia melena. ¿¿¿Entonces??? ¡CAMBIAR TAMBIÉN DE BLOG! :)
Me he traído a las niñas :)

Name: LauraConChocolate
Home: Spain
About Me:
Ver mi perfil
Anteriores pedacitos de choco (¡sin caducar!)
Todos estos meses he comido chocolate aquí
Mis trocitos de chocolate
Powered by

Free Blogger Templates

BLOGGER