(Tercer) Diario de una joven maniática

sábado, 13 de noviembre de 2010
82. Y en momentos oscuros, palmadita en la espalda, y ya estoy más seguro...
Un feliz y otoñal día llegué a casa con la intención de saquear todo el chocolate que hubiera en la nevera. Pero me encontré con esto:

-Persona-con-la-que-vivo, pregunté, ¿cuándo nos hemos mudado al plató de Callejeros?

En ese momento, noté como una enorme avalancha de polvo y cemento se colaba por mi garganta, abriéndose paso hasta mis vías respiratorias.

No contestes!, grité. ¡Con que uno de los dos muera es suficiente! ¡Nuestros roedores necesitan al menos una figura paterna!

Me fui a domir con la esperanza de que al abrir los ojos la mañana siguiente, todo hubiese sido una pesadilla. Así que cuando sonó el despertador, fui a la cocina para prepararme un café bien calentito. Y vi esto:


(Que alguien me explique cómo se puede hacer un café aquí, por favor...)

A partir de ese momento, entré en contacto con una raza humana muy superior al resto, a la que hasta entonces no había tenido ocasión de conocer tan a fondo: los obreros.

Los obreros tienen fama de que si te dicen que van a venir a las nueve, no aparecen hasta las once. Los míos no. Los míos decían que vendrían a las nueve, pero a las ocho ya los tenía en casa. Creo que nunca he llegado tan pronto a trabajar como durante la reforma de la cocina. Cualquier cosa menos que me pillaran con mi pijama de Alicia en el país de las maravillas, ¿así como iban a respetarme?

Los obreros tienen fama de respetar las fiestas de guardar. Los míos no. Los míos vinieron a currar como campeones el 12 de octubre.

-Pero... ¿y si protestan los vecinos?, preguntamos.
-Que se jodan, respondieron con contudencia. Con argumentos así, cualquier negociación está perdida.

Así que persona-con-la-que-vivo y yo tuvimos que deambular por Madrid desde bien temprano, ducharnos en casa de sus padres, y volver con una única esperanza: tener cocina. Pero cuando volvimos, vimos esto:

-¡Pero qué horror! ¿Tú has visto cómo tiene esta gente los pantalones? ¡Podrían caminar solos hasta la lavadora! En el caso de que tuviéramos una, claro...

Los días fueron pasando entre suciedad y comidas precocinadas, todo muy sano. Hasta que de repente...

-¡Oh, Dios mío! ¡Ya ha llegado el mundo! ¡Es chica y está muy sana! ¡Cómo se parece a su madre!

Ups, lo siento. Tanto cemento cortó alguna de mis conexiones cerebrales... ¡pero cualquiera llama a un obrero para que me la arregle!

posted by LauraConChocolate @ 12:03  
22 Comments:
  • At 13 de noviembre de 2010, 12:18, Blogger Unknown said…

    Tuviste suerte con tus obreros los míos había que llamar constantemente. Aún me pregunto lo que salió más caro, si la obra de la cocina o la factura del móvil ( que estos no te dan el fijo).

    Te quedó preciosa!
    Besitos

     
  • At 13 de noviembre de 2010, 13:45, Blogger Shiver said…

    No me imagino mi vida sin cocina.

    Eso si, no hay mal que por bien no venga, dice mi abuela.

    Ahora a disfrutar la nueva cocina! (es bien maja, por cierto)

    Muaaak!

     
  • At 13 de noviembre de 2010, 14:12, Blogger Jorge Arbenz said…

    No te quejes amiguita - no sé sí te quejas, pero era para encontrar el tono del comentario- la cocina te ha quedado muy chula y a nosotros nos ha caído un post del techo. Ahora sólo falta que nos invites a comer un día; total, sólo somos unos pocos cientos de miles de blogueros en España.

     
  • At 13 de noviembre de 2010, 15:09, Anonymous Anónimo said…

    Ahora lo entiendo, como te echábamos de menos, pero claro tanto cemento y polvo en el cerebro que...
    ¡Vaya hija ha tenido la madre de tu cocina!, es una preciosidad; ya verás hasta el chocolate estará más bueno en ella. Disfrutala guapa. Por cierto si me invitas voy a verla, vale?
    besets

     
  • At 13 de noviembre de 2010, 15:51, Blogger La reina de la miel said…

    Es como la cocina de un forofo del Sporting, que me emociono, snif!

     
  • At 13 de noviembre de 2010, 18:31, Anonymous Anónimo said…

    Las obras son un auténtico coñazo, pero cuando se acaban y ves los resultados sientes que todo sufrimiento ha merecido la pena.
    Os ha quedado una cocina preciosa. A disfrutarla! ;)
    Besotes!!!

     
  • At 14 de noviembre de 2010, 0:59, Blogger Otoño said…

    Oh Dios mío... me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!

     
  • At 14 de noviembre de 2010, 10:52, Anonymous susana said…

    Enhorabuena por tu cocina recién nacida. Que la disfrutes.

     
  • At 14 de noviembre de 2010, 17:55, Anonymous Anónimo said…

    Me encanta tu nueva cocina!!

     
  • At 15 de noviembre de 2010, 8:28, Blogger Eris said…

    Señora, ha sido cocina :P jajajaj me gusta mucho, me alegra que hayas sobrevivido a la obra... nunca más podrás olvidar ese olor a escombros :P

    un beso!

     
  • At 15 de noviembre de 2010, 12:18, Blogger acoolgirl said…

    Pero bueno... si está genial!! Seguro que valieron la pena los paseos, los madrugones y todo... ahora tienes una cocina de lo más cuqui!!!

    Un besitooo y a ver si te dejas ver más por aquí, eh??? :P

     
  • At 15 de noviembre de 2010, 13:57, Anonymous Anónimo said…

    Bonita cocina :D

    Besitos de caramelo!!

     
  • At 15 de noviembre de 2010, 17:55, Anonymous El Hidalgo Informático said…

    Os ha quedado de lujo! Que suertudos de encontrar unos obreros tan buenos!! Si necesito alguna reforma ya se a quien contactar, jijiji.

    Ahora a cocinar como locos!

     
  • At 16 de noviembre de 2010, 13:11, Blogger Waxiwi said…

    Hombre al menos tus obreros fueron normales, que los hay que te dejan tirado (no hablo por experiencia propia, pero si cercana) o lo que es peor, que los acabados sean horribles y tengas que preguntarte, ¿me arriesgo a rectificar y asumo unas semanas más de obras? o ¿me quedo con lo que hay? No son decisiones nada fáciles!

    Pero a ti te ha quedado de lujo!

    Besotes!

     
  • At 17 de noviembre de 2010, 14:55, Blogger carmncitta said…

    tragar cemento y aguantar ruidos ha valido la pena, qué cocina más chuuuula no? :D

     
  • At 18 de noviembre de 2010, 16:22, Blogger Estupenda ahora y siempre said…

    Yo no sé si podría soportar tener que hacer obras en mi cocina, si cambié las ventanas de casa y ya fue una pesadilla!!! Pero ahora tienes una cocina preciosa. Me encanta la combinación de blanco y rojo.

    Besos!!!

     
  • At 19 de noviembre de 2010, 17:50, Blogger Mariajo said…

    Qué cocina más chula!!!!!

    Menuda envidia me dais, la mía es de los años 50...Disfrutarla, que las obras han merecido la pena!

    Saludos!!

     
  • At 23 de noviembre de 2010, 16:53, Blogger Lalaith said…

    Visto el resultado, diría que las penurias pasadas merecieron la pena. ¡Ha quedado bien chula!

     
  • At 27 de noviembre de 2010, 13:35, Blogger Joyce said…

    Cambio radical! De un oasis a una cocina...

    Besos!

     
  • At 5 de diciembre de 2010, 14:55, Anonymous Anónimo said…

    De todo se sale chiquillaaaa¡¡¡¡

     
  • At 6 de diciembre de 2010, 10:08, Anonymous Anónimo said…

    Da hasta envidia... yo quiero conseguir algo asi, algo mistico, algo alucinante, yo quiero unos pantalones como los de ese obrero!! que anden por si mismo!! (ya sabes porque madrugan tanto, pq el dueño sigue a los pantalones y no al reves...)

     
  • At 28 de marzo de 2011, 23:49, Blogger Señorita Anónima said…

    Me encanta el contraste del antes y el después, quedó bien bonita. Por cierto, pregunta a tus obreros si pueden venir a Venezuela o su defecto, si tienen familia acá!

     
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