(Tercer) Diario de una joven maniática

jueves, 20 de agosto de 2009
65. Pero puedo dibujar el mar en tu espalda...
Resumir 17 días (huaalaaa, son un montón) de cámping en un solo post es muy difícil, a no ser que haga un post eterno de 341 párrafos y... eeeh, no está mal la idea... jum. ¡Que no! Calma, podéis seguir leyendo, que seré breve.

El caso es que para sintetizar he decidido destacar los más representativos y singulares...
¡MOMENTOS CAMPISTAS!

Momento 1.
Primera noche. Persona-con-la-que-vivo y yo nos metemos en la tienda dispuestos a dormir.
-Laura...
Silencio.
-Laura...
Silencio.
-¡Laura!
-¿¡Qué?!
-¡Parece que durmamos en un ataúd!
Rediós. Y eso que somos dos personas en una tienda de cuatro...

Momento 2.
Segunda noche. "Algo" respira muy cerca de nosotros. Salimos asustados de la tienda y vemos un perro del tamaño de un ponny, que nos mira desafiantes.

-¿Qué... qué hacemos? Bueno, tranquilo, podría ser peor, podría ser un lobo, un jabalí, un... ¡agh! ¿Por qué se pone a correr a nuestro alrededor? ¿Eso significa que quiere comernos?

Así que me metí en la tienda a toda leche y cerré la cremallera, dejando a persona-con-la-que-vivo solo ante el peligro. No sé qué ocurrió. A la mañana siguiente, afortunadamente seguía con vida.

Momento 3.
Vemos a una niña paseando a un perro. Persona-con-la-que-vivo y yo nos miramos estupefectos. ¡Es el perro que nos dio el susto! La niña se da cuenta de que nos hemos fijado en el animalillo y entra en nuestra parcela. La llamaremos la-niña-del-perro. Será muy importante porque vendrá a verme todas las noches. Y digo bien, "verme", porque ignorará a persona-con-la-que-vivo y a toda mi familia y sólo me hablará a mí. Miedo.

Momento 4.
La-niña-del-perro en nuestra parcela.
-Tengo el mismo móvil que tú, dice.
-Ah...
-¡Y la misma tienda!
-Jum.
-¡Dentro de poco tendré tu aspecto!
¿Eing?

Momento 5.
La-niña-del-perro en nuestra parcela.
-¿De dónde eres?, pregunta.
-De Valencia, pero vivo en Madrid.
-Ah... ¿por qué?
-Trabajo allí.
-Ah... ¿en qué?
Se lo digo.

La niña-del-perro se pone a gritar y se va corriendo.

Momento 6.
La niña-del-perro y toda su familia en nuestra parcela.

-¿En serio trabajas en archiconocido-programa-de-televisión?
-Sí...
-¡Somos fans!
Grititos varios. Preguntas miles. Felicitaciones diversas. Yo halagada, no vamos a negarlo.

Momento 7.
Varios chicos holandeses en la parcela de al lado.

-Qué raro que sean tan calmados, apunto yo.
-Ahí tienes la explicación, dice mi padre. Están fumando porros.
-Ah, pero... ¿los porros relajan?
Silencio incómodo.
-¿O activan?
Silencio incómodo.
-¿Eh?
-¡Pero vamos a ver! ¿¡En serio tengo una hija tan pánfila que nunca se ha fumado un porro!?
Lalala...

Momento 8.
La niña de cinco años de la parcela de al lado se pone a cantar. Reproducto literalmente:
"Me huele el chocho a culo, me huele el chocho a caballo, me huele el chocho a mierda".

Que alguien le cambie los pañales, por favor.

Momento 9.
La abuela de la niña con problemas de olores "ahí" dice:

-Pues llevaba cuatro días sin cagar... y hoy ya he cagado dos veces.

Hay que ver lo escatológica que es esta familia, oye.

Momento 10.
Te puedes emborrachar con medio vasito de sidra. Doy fe.

Mis padres y persona-con-la-que-vivo, que habían tomado lo mismo, no podían creérselo.

-lgfoakflals... ¿gor gué godo ga gueltaaaas? ¡Subidón, subidón!

Nadie entendíamos qué había pasado.
Miergaaaa!, comprendí yo. ¡La gastilla! ¡Ha sigo la gastilla! ¡Greo gue no guedo gomar alcohol con guesas gastillas!
(Pastillas. Mezclas fatales. No volverá a repetirse. Y no, no pienso deciros qué pastilla es, que os veo las intenciones)

Momento 11.
-Voy a tirar la barbacoa, dice mi padre el último día. No tengo sitio para guardarla y el año que viene podemos comprar otra.

Tiramos la barbacoa. 5 minutos después, una chica pasa por la calle dispuesta a tirar su barbacoa por el mismo motivo.

-Creo que voy a coger esa barbacoa, dice mi padre. Es más buena que la nuestra...

Dos minutos después, teníamos otra vez barbacoa. Yo influí en la decisión, pero no cuenta, estaba borracha.

Momento 12.
Para los fans de mi padre, aquí va una recopilación de sus mejores perlas lingüística soltadas estos días.

-Kiwich (kiwi)
-Chichólo (gigoló)
-Chow (show)
-Mañana hacemos ayunas (ayuno)
-Romaning (roaming)
-Brutú* (bluetooth)

*Lo niega y afirma que lo dijo así para provocarme. Dice que sabe de sobra cómo se dice: se dice blatú.

En fin, que lo hemos pasado GENIAL y han sido unos días fantásticos que recordaré hasta que vuelvan a repetirse. Sólo tengo dos traumas/inquietudes:
1. ¿Por qué el moreno no puede durar siempre?
2. ¿Por qué los socorristas ya son más jóvenes que yo? Me he sentido mayor dándome cuenta de que mi vida estaba en manos de pipiolos de menos de veinte años...
posted by LauraConChocolate @ 16:15   35 comments
sábado, 1 de agosto de 2009
64. Tú eres un beso sin rumbo y yo un corazón sin respuesta...
-¡Otra vez aquí!, me quejé ante persona-con-la-que-vivo. Me da la sensación de que me paso media vida en este sitio.
Pero serás exagerada!
-¡Que sí! Mira, voy a contar todas las veces que he venido: uno, cuando lo de la garganta; dos, cuando lo de la espalda; tres, cuando vine a pedir cita para el análisis; cuatro, cuando me hicieron el análisis; cinco, seis y siete, cuando vine tres veces a por los resultados y no estaban...
Eh, mira, un gatito!- fue su respuesta. ¿En qué momento habría dejado de prestarme atención?

Como la Seguridad Social no se caracteriza precisamente por su rapidez, nos pusimos a hablar, hasta que llegados a un punto...
-Lauraaaa, schuuuuuu, dijo persona-con-la-que-vivo.
-¿Qué?
-¡Deja de reírte! ¡Que así no parece que estés enferma!
-¿No?
-¡No!

Jops. Pues vaya rollo...

Y ahora viene lo importante: ¿qué hacía una chica como yo en un lugar como Urgencias?

Pues yo os lo digo: tenía un Cuerpo Extraño No Identificado (de ahora en adelante C.E.N.I) en el ojo.

La cosa sucedió tal que así:

Sábado por la noche. Algo impacta contra mi ojo izquierdo.
-Jum... algo me molesta por aquí dentro...
Yo no te lo miro!, dijo persona-con-la-que-vivo, que te pones como una loca cuando te toco los ojos.

¡No te fastidia! El ojo es algo muy delicado y los míos MÁS. Que alguien que no tiene ni idea curiosee por ahí, ¡no mola!

Al día siguiente la molestia seguía invencible:
-Persona-con-la-que-vivo, no sé si deberíamos ir a la piscina... o a Urgencias, porque sigo mal del ojo.

Vale, ganó la piscina. A ver, ¿qué queréis? ¡No puedo pasar un domingo en el médico! Es antinatural...

Eso sí, antes pasamos por la farmacia.
Persona-con-la-que-vivo en bañador y clanchas, yo con un vestido playero que dejaba asomar el bikini. Y la bolsa con las toallas. Y oliendo a crema solar. Qué pintas...
-¡Hola! Mira, dije al tiempo que le plantaba el ojo en la cara del farmacéutico. Creo que se me ha metido algo y me duele...

Nos miró como diciendo: "estos locos me van a vaciar todos los jarabes en el suelo y se van a dar un baño aquí mismo". Sin embargo, sólo me recomendó que fuera al médico porque los ojos son muy delicados, y que hasta entonces, me echara suero.

Y el suero me lo eché, pero al médico no fui.

Cuando el lunes me desperté y seguía sintiendo como si tuviera un campo de tierra metido en la retina, supe que tenía que tomar una decisión: me fui a trabajar como si nada.

Hasta que por la tarde, cuando todo el mundo me había reñido por no ir al médico, incluido el jefe, cogí el autobús, luego el tren, luego el metro y luego otro autobús (¿qué pasa? Si quieres vivir en una gran ciudad, esto es lo que hay), quedé con persona-con-la-que-vivo y para el ambulatorio que nos fuimos.

Cuando la doctora me dijo que me sentara en la camilla, empecé a asustarme. ¡Yo no pensaba que fuese a inspeccionarme el ojo! Creía que recetándome unas simples gotitas...

¡Ja! No voy a entrar en detalles porque no quiero ser desagradable, sólo diré que el C.E.N.I estaba metido dentro del párpado superior y la muy valiente consiguió sacármelo y enseñármelo. El proceso mejor no lo comentamos.

Después me hizo unas pruebas para comprobar que el C.E.N.I no había dañado la córnea (muy placenteras también, ejem...) y... ¡quedé como nueva!

Con ganas de estamparle un beso en toda la mejilla, salí de la consulta y volvimos a casa. El C.E.N.I, que resultó ser una partícula negra muy fea, se había quedado en una gasa, olvidado en la consulta de un ambulatorio. ¡Bien!

P.D- Ya estoy oficialmente de vacaciones. Mañana empieza la aventura campista (de cámping, no de Camps, por favor) Prometo volver con muchas anécdotas. Hasta entonces, sed buenos. Muchas gracias por vuestra compañía y vuestros comentarios. Se os coge cariño.

posted by LauraConChocolate @ 12:24   15 comments
¿Qué puedes hacer cuando eres una maniática crónica y tu vida da un giro de 180º? ¿Volverte loca? Bah, ya lo estaba de antes. ¿Darte cabezazos contra la pared? No, estropearía mi rubia melena. ¿¿¿Entonces??? ¡CAMBIAR TAMBIÉN DE BLOG! :)
Me he traído a las niñas :)

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